Recién diagnosticado con prediabetes

La prediabetes es una señal temprana que te da tiempo para hacer cambios. Es normal sentirse confundido y abrumado con tanta información, pero al utilizar las herramientas y consejos que te hemos dado, puedes crear un plan de cambio, encontrar un equilibrio en tu vida y tomar el control de tu salud.



¡Un diagnóstico de prediabetes no es el fin del mundo! Es una señal temprana de que es hora de tomar el control de tu salud y hacer cambios importantes para prevenir la diabetes tipo 2. Si acabas de recibir esta noticia, es normal sentirse abrumado, pero no te preocupes, ¡hay maneras de abordar esta situación!

Comienza con el equilibrio

El primer paso es entender que se trata de encontrar un equilibrio. No se trata de una revolución total, sino de integrar cambios saludables en tu vida diaria. Si la falta de tiempo es un obstáculo, ¡no te rindas! Busca espacios para incorporar la actividad física, planifica un día para preparar comidas saludables y congelarlas para tenerlas listas durante la semana.

Habla con tu médico: Descifrando las causas

Lo primero que debes hacer es preguntarle a tu médico: ¿Qué está causando mis niveles altos de azúcar en la sangre? Aunque una dieta rica en azúcar puede empeorar la situación, no siempre es la causa principal. Existen factores genéticos y de salud que pueden influir en la prediabetes.

Tu médico puede ayudarte a identificar los factores de riesgo, comprendiendo mejor las causas de tu prediabetes y creando un plan de tratamiento personalizado para controlar los niveles de azúcar en sangre y mejorar la respuesta a la insulina.

Establece objetivos alcanzables

Junto a tu médico, define objetivos realistas para tu plan de tratamiento. No te pongas metas imposibles de alcanzar de un día para otro, es mejor ir paso a paso.

Estos son algunos puntos para establecer objetivos:

  • Rango objetivo de azúcar en sangre: Tu médico te proporcionará los valores a alcanzar.
  • Peso objetivo: Define un peso saludable para ti.
  • Cantidad de ejercicio: Establece un plan de ejercicio adecuado a tu condición física.
  • Cambios en la dieta: Identifica los ajustes necesarios en tu alimentación.
  • Modificaciones en el estilo de vida: Incorpora hábitos saludables a tu rutina diaria.
  • Consulta con un dietista: Un aliado para tu alimentación

No tengas miedo de preguntar a tu médico por una consulta con un dietista. Un dietista no te va a poner a dieta de hambre, al contrario, ¡te ayudará a descubrir un nuevo mundo de sabores y alimentos saludables!

Un dietista te explicará qué alimentos debes limitar y cuáles incorporar a tu dieta. Te enseñará sobre los intercambios de alimentos para diabéticos o cómo usar el índice glucémico para elegir los carbohidratos adecuados. ¡Sí, los diabéticos pueden comer carbohidratos! Solo debes aprender a elegir los mejores.

El dietista te ayudará a encontrar un equilibrio en tu alimentación, para estabilizar y disminuir los niveles de azúcar en sangre de forma natural y sin sufrimiento.

Incorpora el ejercicio a tu rutina

Con la aprobación de tu médico, empieza a planificar tu programa de ejercicio. No es necesario hacer grandes esfuerzos desde el principio.

Aquí tienes algunas ideas para comenzar:

Caminar después de cenar: Un paseo nocturno puede ser una excelente manera de relajarse y hacer ejercicio.

  • Nadar: Una actividad completa y suave para todos.
  • Clases de yoga: Busca videos gratuitos en tu plataforma de TV o únete a una clase en grupo.
  • Recorrer el centro comercial: Una forma divertida de caminar y mirar tiendas.
  • Subir escaleras: Aprovecha las escaleras en lugar del ascensor siempre que puedas.
  • Tareas del hogar: Las tareas del hogar como la jardinería son una forma de ejercicio ligero.

Lo importante es que te muevas y encuentres un equilibrio entre tu estilo de vida y la actividad física. Comienza con sesiones cortas de ejercicio y ve incrementando gradualmente la intensidad y la duración.

Investiga tu historia familiar: Descifrando las pistas

¿Tu familia tiene antecedentes de diabetes tipo 2, colesterol alto, presión arterial alta, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o diabetes gestacional? Si la respuesta es sí, es importante que compartas esta información con tu médico.

Es posible que necesites pruebas adicionales para determinar las causas de tu prediabetes. Tu médico te realizará análisis de glucosa, colesterol, presión arterial y orina. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales que no se realizan de forma rutinaria.

Si estás siendo atendido por un médico general, es posible que te remitan a un especialista llamado endocrinólogo. Los endocrinólogos están capacitados para diagnosticar y tratar problemas que afectan al sistema endocrino. Si tienes dificultades para reducir los niveles de azúcar en sangre, consulta con un endocrinólogo. Puede ser necesario realizar pruebas adicionales para determinar la causa del problema.

Haz de la prevención un asunto familiar: Un equipo unido

Involucra a tu familia en este proceso. Comparte con ellos el diagnóstico de prediabetes y explica que necesitas hacer cambios en tu alimentación, ejercicio y estilo de vida para prevenir la diabetes tipo 2.

Involucra a tu familia en estos cambios. Cambiar los hábitos alimenticios juntos puede ser más fácil que cocinar comidas separadas. Enseñarles buenos hábitos desde temprana edad puede protegerlos de desarrollar problemas de salud similares en el futuro.

Salgan a caminar después de cenar, naden juntos o jueguen al aire libre como familia. Estas actividades no solo promueven la actividad física, sino que también fortalecen los lazos familiares.

Un nuevo comienzo: Toma el control

La prediabetes es una señal temprana que te da tiempo para hacer cambios. Es normal sentirse confundido y abrumado con tanta información, pero al utilizar las herramientas y consejos que te hemos dado, puedes crear un plan de cambio, encontrar un equilibrio en tu vida y tomar el control de tu salud.