¡Recuerda que no estás solo! Con un poco de esfuerzo y apoyo, puedes controlar la diabetes tipo 1 y disfrutar de una vida plena y saludable.
¡Un nuevo capítulo comienza!
Si te han diagnosticado recientemente con diabetes tipo 1, es comprensible que te sientas como si tuvieras una montaña por delante. Hay mucho que aprender y podrías sentirte confuso, asustado e inseguro sobre tu futuro. ¡Pero no te preocupes! Lo importante es saber por dónde empezar y elaborar un plan para ti mismo.
Como enfermera de atención domiciliaria, he visitado a muchos pacientes recién diagnosticados con diabetes en sus hogares. A menudo, eran dados de alta del hospital con muy poca información sobre la enfermedad.
"¿Cómo uso estas jeringas?", "¿Qué puedo comer?", "¿Cuál debería ser mi nivel de azúcar en sangre?". Estas eran algunas de las preguntas que me hacían en la primera visita. Me tomaba algunas visitas aclarar todas sus dudas, pero cuando me despedía de ellos, estaban listos para afrontar el desafío.
Pasos para tomar el control de la diabetes tipo 1:
1. Respira y acepta la situación:
Acabas de escuchar las palabras "diabetes tipo 1". Es una noticia aterradora y confusa. Tu vida ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos y tienes muchas cosas en la cabeza. Ahora es el momento de sentarte, respirar profundamente y reflexionar.
La diabetes tipo 1 no es una condena, es un viaje. Un viaje que comienza con la aceptación y la voluntad de triunfar. Un viaje que se puede recorrer. Al igual que con cualquier otro viaje, debes elaborar un plan. Necesitas trazar una ruta. Por ahora, simplemente respira. Todo estará bien una vez que te acostumbres a la nueva rutina.
2. Haz preguntas:
Esta es la parte difícil. Cuando todavía estás en shock, es difícil saber qué preguntas hacer. Sin embargo, este diagnóstico no desaparecerá hasta que estés listo para enfrentarlo. Ya está ahí y necesita tratamiento inmediato y de por vida.
No te preocupes, aquí tienes una lista de preguntas comunes que son muy importantes que le hagas a tu médico en la primera visita:
- ¿Cuándo debo controlar mi azúcar en sangre?
- ¿Cuánta insulina debo tomar? ¿Qué es una "escala deslizante"?
- ¿Qué puedo comer? ¿Cuántas veces al día debo comer?
- ¿Necesito hacer ejercicio?
- ¿Qué hago si estoy enfermo?
- ¿Qué es una emergencia diabética? ¿Qué debo hacer si ocurre una emergencia?
- ¿Qué pasa si me aplico demasiada insulina?
- ¿Con qué frecuencia necesito ir a las revisiones?
- ¿Cuáles son las complicaciones de la diabetes tipo 1?
- ¿Qué puedo hacer si me quedo sin insulina?
Es posible que incluso te surjan más preguntas, pero estos puntos básicos deben abordarse antes de salir de la consulta. Luego, tu médico puede derivarte a un educador en diabetes.
3. Educación en diabetes:
Hay mucho en lo que pensar. Es posible que hayas recibido una breve lección de una enfermera en el hospital o en el consultorio de tu médico. Una vez que tengas todo el equipo en casa, es posible que se te olvide qué hacer. Esta es una reacción muy común, sentirse completamente abrumado. Necesitas ver a un educador en diabetes para aprender todos los entresijos de esta enfermedad.
Los educadores en diabetes:
- Revisarán tu dieta y tus horarios de comidas.
- Te enseñarán cómo controlar tu azúcar en sangre y cómo cuidar el monitor.
- Te mostrarán cómo administrarte las inyecciones y dónde.
- Te mostrarán cómo utilizar tu registro de azúcar en sangre.
- Te enseñarán sobre los síntomas de la hiperglucemia y la hipoglucemia.
- Te dirán qué hacer en caso de hipoglucemia grave.
- Te darán folletos para leer en casa.
- Te derivarán a un grupo de apoyo para diabéticos.
4. Grupos de apoyo:
Encontrar un grupo de apoyo para diabéticos en tu área es una de las cosas más importantes que puedes hacer. Esta condición es muy controlable, y aún más con el apoyo de otras personas que la padecen. Esto es especialmente importante si se trata de un niño recién diagnosticado con diabetes tipo 1.
Muchas veces, como enfermera de atención domiciliaria, entraba en los hogares de los pacientes y veía a una madre con la cabeza en las manos, llorando. Incluso si te sientes perdido y solo, no lo estás. Muchas personas enfrentan este diagnóstico todos los días. Será muy útil conocer a otras personas como tú. Puedes escuchar las experiencias de otros y compartir tus propios pensamientos y miedos.
Consulta con el hospital local o ponte en contacto con la Asociación Americana de Diabetes en tu área. Tienen eventos y grupos de apoyo cerca de casa. Tu periódico local puede enumerar grupos de apoyo o puedes preguntarle a tu médico si conoce alguno.
5. ¡Vive!
¡Vive! La diabetes tipo 1 es un viaje, no una sentencia. Una vez que tengas tu azúcar en sangre bajo control, podrás continuar viviendo con la mayor normalidad posible. Esas vacaciones que has estado planeando, tómala. Tu salud será mejor si sigues siendo activo y llevando un estilo de vida saludable.
Consejos para vivir con diabetes tipo 1:
Prepárate para viajar:
Lleva dos bolsas de almuerzo aisladas. Una para tu almuerzo y refrigerios. La otra para llevar tu glucómetro, jeringas, toallitas con alcohol e insulina. Tu insulina no debe estar expuesta a la luz excesiva ni al calor. Ten una bolsa de hielo a mano si vas a estar en un lugar muy cálido y mantén la insulina fuera del sol.
Lleva una botella de agua vacía con tapa. Necesitas desechar las jeringas o agujas de pluma de forma segura y discreta. Si no tienes un contenedor pequeño para objetos punzantes, utiliza una botella de agua vacía con tapa. Guárdala en un lugar discreto.
Consulta los menús con anticipación. Independientemente de tus planes, en casa o fuera, asegúrate de planificar dónde vas a comer y consulta los menús en línea para asegurarte de que son "aptos para diabéticos". Muchos lugares tienen opciones saludables para el corazón o "bajas en carbohidratos" que son adecuadas para diabéticos.
Conoce los números de teléfono del hospital y de emergencias de la zona. Si vas a estar fuera de casa durante una noche o más, consulta en la zona a la que vas los hospitales locales en caso de emergencia. Cuando llegues a tu destino, conoce los números de emergencia locales.
Utiliza una cadena nacional de farmacias. Nunca querrías estar fuera de casa y quedarte sin insulina u otros medicamentos. Asegúrate de tener un buen suministro antes de irte. Las cosas pueden pasar, como retrasos en el equipaje en los aeropuertos o incluso pérdida de equipaje. Si utilizas una cadena nacional de farmacias, tus recetas se pueden recuperar fácilmente en el sistema informático y se pueden dar rellenos de emergencia. (Esto le sucedió a mi familia y da miedo).
Mantente activo:
Obtén un examen físico y una autorización antes de hacer ejercicio o ir a un campamento. Tanto los niños como los adultos que se unen a un gimnasio o practican deportes deben obtener la autorización del médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. También debes informar al educador en diabetes para que puedas ajustar tu dieta en consecuencia. El ejercicio reduce el azúcar en sangre y debes saber cómo mantener las cosas estables.
Los niños que van a un campamento de verano deben obtener una autorización médica antes de irse. Incluso los campamentos especiales para niños con diabetes tipo 1 necesitarán una autorización médica y los medicamentos claramente indicados con instrucciones.
He descubierto que solo se necesitaban unas pocas visitas a mis pacientes de atención domiciliaria para que empezaran a controlar la diabetes tipo 1. Tener todas las herramientas en su lugar puede facilitar esta transición en la vida. Antes de que te des cuenta, volverás a tener una rutina muy normal y vivirás bien.
¡Recuerda que no estás solo! Con un poco de esfuerzo y apoyo, puedes controlar la diabetes tipo 1 y disfrutar de una vida plena y saludable.